El académico Gabriel Romero en su proyecto FONDECYT investigó los efectos económicos de la inmigración en los países donde se asientan algunas comunidades con estudios calificados y sin ellos y determinó además, como afectan los shocks en el área de recursos naturales a la decisión de emigrar.
El académico Gabriel Romero en su proyecto FONDECYT investigó los efectos económicos de la inmigración en los países donde se asientan algunas comunidades con estudios calificados y sin ellos y determinó además, como afectan los shocks en el área de recursos naturales a la decisión de emigrar.
A través de su proyecto de investigación "Applied Economics" (FONDECYT) el académico del Departamento de Economía de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago, Gabriel Romero, estudió los efectos que la emigración de trabajadores con estudios superiores tiene sobre la distribución del ingreso del país de origen del éxodo.
Junto con esto, el investigador determinó los efectos sobre los países receptores de trabajadores inmigrantes con bajos niveles de educación o mano de obra no calificada y el impacto de los shocks en el área de los recursos naturales a la decisión de emigrar
El proyecto tiene como objetivo general estudiar los efectos que la emigración de trabajadores tiene sobre la economía de los países de origen, así como estudiar los efectos sobre los países receptores de dicho flujo de inmigrantes.
Los resultados obtenidos son relevantes ya que permiten conocer los determinantes de la emigración de trabajadores y entender los canales por los cuales la emigración de mano de obra calificada afecta la distribución del ingreso en un país de origen. Por otro lado, estos resultados nos ayudan a entender qué factores juegan un papel importante en la determinación de políticas de inmigración y de financiamiento de servicios públicos (educación, salud, etc.), y por tanto qué variables deberían ser consideradas al momento de diseño de tales políticas.
En este proyecto se realizó un análisis teórico y empírico que estudia la relación entre desigualdad en la distribución del ingreso y "fuga de cerebros". El modelo teórico muestra que este tipo de emigración afecta la distribución del ingreso a través del financiamiento público de la educación y a través del envío de remesas desde el extranjero.
"El modelo predice que mientras más rico es un país, es más probable que la fuga de cerebros aumente la desigualdad en la distribución del ingreso", afirma Romero. La evidencia empírica que presentó confirma esta predicción, mostrando que la mayoría de los países de nivel de ingreso medio ven aumentar el coeficiente de Gini ante aumentos en la tasa de emigración de mano de obra calificada; mientras que un número importante de países pobres ven reducir dicho coeficiente ante un aumento en la fuga de cerebros.
Junto con estas importantes conclusiones Gabriel Romero presentó también resultados relacionados con los efectos sobre los países receptores de inmigrantes. "En esta parte de la investigación, se demuestra que factores no económicos (edad, religión, etc.), factores relacionados con el mercado de trabajo, y factores políticos determinan la actitud de los nativos hacia la llegada de inmigrantes y sus demandas por políticas de inmigración", señala. Cambios en el mercado de trabajo o cambios en la participación electoral de las clases más ricas en ingreso pueden conducir a un rediseño de políticas de inmigración, permitiendo que un mayor número de inmigrantes no calificados sean admitidos en un país.
Respecto a los factores que determinan la decisión de emigrar, en el estudio se presentó evidencia empírica que muestra que las decisiones de emigrar responden a shocks en el sector de recursos naturales de un país. "Los shocks en este sector reducen la emigración de mano de obra no calificada, pero solo en países ricos en recursos naturales", comenta Romero.
Por otro lado, los shocks positivos en el sector de recursos naturales tienden a reducir la emigración de mano de obra calificada, con independencia del nivel de riqueza natural del país. "En el caso de Chile, por ejemplo, aumentos en el precio de cobre, conducen a una mayor inversión en minería, con el consiguiente aumento de demanda de mano de obra calificada (ingenieros, geólogos, etc.), lo que a su vez lleva a una reducción del flujo de este tipo de emigración", concluye el investigador de la Facultad de Administración y Economía.