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Académico de la FAE- USACH es entrevistado en diario Clarín de Argentina sobre el Brexit y el precio de los commodities

news_224_dGabriel Palma, economista y académico de la FAE USACH y de la U. de Cambridge fue consultado por el importante diario de Buenos Aires, sobre los desafíos económicos para América Latina en relación al tipo de cambio, las tasas de interés y las materias primas en un mundo post Brexit.

Gabriel Palma, economista y académico de la FAE USACH y de la U. de Cambridge fue consultado por el importante diario de Buenos Aires, sobre los desafíos económicos para América Latina en relación al tipo de cambio, las tasas de interés y las materias primas en un mundo post Brexit.

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El destacado economista y académico de la Facultad de Administración y Economía de la USACH y de la Universidad de Cambridge, Gabriel Palma es el creador del Palma Ratio, un indicador que mide la desigualdad de los ingresos.

Este indicador, se define como la relación entre el 10% más rico de la participación de la población del ingreso nacional bruto dividido por la cuota del 40% más pobre. El economista chileno, descubrió con esto que los ingresos de la clase media casi siempre representan alrededor de la mitad del ingreso nacional bruto, mientras que la otra mitad se divide entre el 10% más rico y el 40%, pero el número de estos dos grupos varía considerablemente de un país a otro.

La relación de Palma se dirige a un exceso de sensibilidad del índice de Gini a los cambios en el medio de la distribución y la falta de sensibilidad a los cambios en la parte superior e inferior, y por lo tanto refleja con mayor precisión los impactos económicos de la desigualdad del ingreso en la sociedad en su conjunto. Gabriel Palma ha sugerido que la política de distribución se refiere principalmente a la lucha entre los ricos y pobres, y que la parte media con las clases.

Ante la importancia que tiene este economista para la economía mundial, es que ha escrito innumerables columnas para distintos medios de comunicación en Chile y en el extranjero, y en esta oportunidad, el diario Clarín de Argentina decidió consultarle sobre los efectos del Brexit para América Latina.

En la publicación, el economista de la Facultad de Administración y Economía de la USACH, explica que "por ahora, las consecuencias del Brexit no se conocen ni en Inglaterra y muy pocos habían tomado en serio esa posibilidad". Para Palma, el efecto de la decisión británica de abandonar la Unión Europa "va a depender de la buena voluntad europea para negociar una nueva relación comercial y financiera". Si todo se hace bien, dice Palma, salen ganando todos. "El riesgo está en que si demuestran que es muy fácil salirse, les dan fuerza a los partidos anticomunidad europea de otros países".

Para América Latina, un continente de escasos vínculos comerciales con Reino Unido, el efecto parece más difícil de predecir. Si se termina haciendo sentir en la región, será más bien indirecto, por las consecuencias globales que el Brexit genere sobre los commodities, la tasas, y el dólar.

–¿Caerán los commodities con un Reino Unido fuera de la Unión Europea?

–El precio de los commodities tiene ahora dos componentes: su utilidad intrínseca y su valor financiero. Antes, el 90% del valor de la soja o del cobre venía determinado por esa utilidad intrínseca pero hoy esa parte pesa menos: ha ganado importancia su valor como activo financiero. Si el Brexit de verdad complica a Europa, podría caer su precio. Ahora bien, si por eso los mercados financieros se hacen aún más frágiles, puede subir la atracción por los commodities pues son un buen refugio para inversores cuando las cosas van mal porque su precio tiene un suelo, gracias precisamente al valor intrínseco, mientras que el de otros activos financieros puede entrar en caída libre. Los dos ciclos, el del valor intrínseco y el del financiero, son distintos. La única predicción cierta es que el precio de los commodities va a ser aún más inestable por esa tensión entre las dos fuerzas.

–¿El Brexit puede encarecer las deudas por la aversión al riesgo?

–El costo de la deuda en todo el mundo está relacionado. Si sube en los grandes mercados, sube en América Latina. El seguro que tenemos en la región es que el mundo desarrollado no se puede permitir tasas mayores. Italia refinancia cada año 300.000 millones de euros de deuda y sólo puede servirla a las tasas actuales. Mientras los bancos centrales mantengan las tasas cercanas a cero y sigan inyectando tanta liquidez, fuerzan a buscar rentabilidad en los emergentes.

–¿Qué efectos perjudiciales puede tener eso?

–Para mí, el mayor talón de Aquiles de la economía mundial es la deuda corporativa de los emergentes: en diez años pasó de 4 a 20 billones de dólares. Con el quantitative easing de Europa, Estados Unidos y Japón vino un tsunami de liquidez a la región que, fuera de Argentina, hizo muy fácil y barato endeudarse. El gran problema es que muy poca de esa deuda se invirtió. En Asia, en cambio, la nueva deuda generó capacidades productivas, lo que va a permitir pagar. El sector corporativo chileno, por ejemplo, que después del turco y del chino fue el que más se endeudó en el mundo en relación con su PBI, tiene la inversión privada prácticamente en mínimos históricos. Lo que hicieron con la plata fue subir dividendos, comprarse unos a otros o comprar empresas similares en países vecinos como Argentina. Eso no es inversión, sino compraventa de activos que ya existían. ¿Cómo se va a pagar esa deuda si no hay nueva capacidad productiva? Esa es nuestra eterna diferencia con Asia. Por ahora, con las tasas por el suelo, no hay mayor problema, ¿pero cuándo empiecen a subir? ¿O cuando los tipos de cambio sigan cayendo?

–¿Se mantendrá la revalorización que experimentó el dólar tras el referéndum?

–Cuando sube la incertidumbre internacional, suben monedas como el yen y el franco suizo. Cuando se complica más, el escondite es el dólar. Pero si el que está a cargo es un Trump, mejor pasar al oro y algunos commodities privilegiados.

–¿Un dólar fuerte es bueno o malo para América Latina?

–Antes era más fácil responder a preguntas como esa. Ahora, con el monstruo financiero internacional, todo es más complejo. Por eso, en algunas cosas sí; y en otras, no. Debería bajar el precio de los commodities, porque están denominados en dólares, y las deudas en dólares se hacen más caras en moneda doméstica. Pero por otro lado, puede beneficiar a algunos exportadores y a la industria nacional. Son efectos contradictorios. Dependerá también de lo que pase con las tasas de interés y la facilidad de renegociar la deuda en dólares. Lo único cierto es que un dólar inestable sólo ayuda a los especuladores.

Gabriel Palma, dictará su curso en postgrado abierto a alumnos de cuarto y quinto año de todas las carreras de la FAE a contar del 22 de septiembre. Quienes estén interesados en cursar esta cátedra deben hacerlo contactándose con Stefanie Butendieck al correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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