Señor Director:

    Se realizó en USACH la ceremonia de recibimiento de los nuevos alumnos (48) de nuestro programa académico de inclusión social, los que ingresarán inicialmente al programa de Bachillerato. Al momento de dejar testimonios, se subió al podio Bernardo Olivares, padre de una de las niñas que postuló (del Centro Educacional Pudahuel). En frente de las autoridades del Ministerio de Educación, de UNESCO y universitarias, agradeció por esta iniciativa, que permitía la inclusión de personas talentosas. Señalaba que él era vendedor ambulante, y que la vida había sido, y sigue siendo, muy difícil para él. Que esta oportunidad para la gente pobre, la agradecía profundamente al programa Propedéutico USACH-UNESCO. Finalizó emocionado diciendo que detrás de cada vendedor ambulante hay una familia que espera y sueña con progresar.
    Este mencionado programa se está implantando en otras entidades académicas, como Universidad Alberto Hurtado, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación y Universidad Católica Silva Henríquez. Tambien actualmente hay un grand interés de otras instituciones de educación superior por desarrollar iniciativas como esta. Asimismo, las Federaciones de Estudiantes están presentando este proyecto a sus autoridades respectivas. Las buenas ideas se multiplican, se asimilan, se hacen propias, cuando tienen contenidos de movilidad social y de luz verdadera. La filosofía de los Propedéuticos es que estos jóvenes, de origen vulnerable, desarrollen todo su potencial. Es una puerta que se abre, no para darles un espacio acotado de desarrollo, sino para que se transformen en un igual con las mismas oportunidades. Así, estos alumnos de origen vulnerable podrán cambiar las condiciones de vida de ellos y de sus familias, de una vez y para siempre.


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