La posibilidad de elevar algunos impuestos, develada ayer por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, para financiar el plan de reconstrucción, está generando debate entre los economistas.

    Sebastián Mathews, de la Universidad Andrés Bello, considera "un despropósito" expandir la carga tributaria con tales fines, "ya que a la gente le costará aún más reedificar con sus propias manos."  Plantea una "alternativa mixta" que acoja el endeudamiento externo y la utilización de fondos soberanos. "Como última opción, analizaría un alza de impuestos sin afectar a la clase media", concluye

    Francisco Castañeda, de la Universidad de Santiago, postula incrementar el gravamen a aquellas empresas "que tengan sobre cierto nivel de ventas en UF al año, para así no perjudicar a las Pymes".    Sugiere, además, revaluar el royalty a la minería. "Hay que recordar que cuando se aplicó hace algunos años, contó con la aprobación transversal de los diputados. Dada la magnitud de la tragedia, se requiere de un Plan Marshall".

    Juan Eduardo Coeymans, de la Universidad Católica, opina que un ajuste tributario no puede ser descartado. "Creo que los impuestos que paga la minería podrían aumentar un poco; pese a que no sé si sería suficiente para el nivel de financiamiento necesitado".   Apunta, asimismo, que es factible "recurrir a los llamados tributos a los males, como el de los cigarrillos."  Con todo, advierte que es indispensable "estudiar bien cuáles pueden ser las consecuencias de cargarle mucho la mano a un sector".

    Mientras, Cristóbal Doberti, de Bice Inversiones, no comparte la idea de ampliar el royalty minero. Enfatiza que "si sólo subimos (el impuesto) a una industria en particular, se verá muy afectada en comparación a otras y va a perder competitividad".

Publicado en Diario Estrategia.