Paulina Aravena abrió el boletín de postgrado de la Universidad de Santiago de Chile con su columna denominada “Nueva Constitución y los Pilares de Transformación”.

 El boletín de Postgrados de la Universidad de Santiago de Chile, es un medio participativo de divulgación de la Comunidad de postgrado, organizado voluntariamente por los/las propios/as estudiantes, graduados y graduadas de programas de postgrado de la Universidad de Santiago de Chile.

 En su edición especial “Algunas reflexiones de la comunidad de Postgrado Usach sobre el proceso constitucional y la propuesta de nueva Constitución”, el boletín recoge la reflexión sobre el proceso constitucional y propuesta de nueva Constitución, desde la mirada de las áreas del conocimiento de la comunidad de postgrado.

 En esta invitación, se orientó a que los contenidos a preparar estuvieran fundados académicamente, argumentados con información, perspectivas y/o datos relevantes para la discusión expuesta.

 En este contexto, la columna de la estudiante Paulina Aravena, del Magíster en Gerencia y Políticas Públicas de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago de Chile, aborda una realidad entregada por el estallido social de 2019, que exigió desde los movimientos sociales, y algunos sectores políticos, que el Estado se haga cargo de ciertas necesidades básicas de la población chilena, generando con esto un cambio profundo en la sociedad, teniendo como principal resultado el de cambiar la Constitución redactada en dictadura.

 “Estas necesidades surgen producto de una sociedad deteriorada, donde por décadas la conveniencia de grupos políticos y empresariales estuvo sobre las carestías de la amplia mayoría de la población, desencadenando un estallido social demandante de cambios y en el cual se han perdido vidas, ojos y libertad de quienes han sido parte de estos movimientos tanto antes como después de octubre de 2019 (Mayol, 2019)”, cita Aravena en su texto.

 Ante esto y para dar una salida a esta crisis- prosigue su columna de opinión- el 15 de noviembre del 2019 se firma la “Propuesta de Reforma Constitucional Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución” (Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, 2022), donde se propone transitar desde la constitución actual elaborada en el periodo de dictadura, hacia una Constitución redactada en democracia, donde el actor principal fuera la ciudadanía a través de una elección de votación popular, con un plebiscito de salida obligatorio para la aprobación o rechazo al proyecto.

 “Los resultados del plebiscito fueron reflejo de lo que las movilizaciones sociales pedían en sus demandas cada viernes en Plaza Dignidad, 7.573.914 personas que corresponde a el 50,98% del padrón total de electores ese día se levantaron con el objetivo de participar de esta votación, el 78.31% aprobó la propuesta de cambio y a la vez el 79,18% aprobó que este cambio se efectuara a través de elección popular de quienes conformaran el nuevo órgano político encargado de la discusión y redacción de las nuevas normas constitucionales, dando inicio a un proceso de transformación constitucional para Chile (Servicio Electoral de Chile , 2022)”, contextualiza Aravena.

 La columna de Aravena prosigue señalando que “una base mínima es la de garantizar el reconocimiento de la dignidad, los derechos humanos y la justicia en todas sus dimensiones. Esto es parte fundamental para establecer las bases de lo que será la nueva Constitución. De estos pilares se desprenden las guías para construir un país donde podamos convivir y compartir todos y todas por igual”.

 A esto agrega que “el reconocimiento de la dignidad va en asegurar las condiciones mínimas para que las personas podamos vivir en armonía, respetándonos los unos a los otros y sabiendo que cada individuo es una persona con sus propias características. Es necesario entenderlo porque tiene estrecha relación con las necesidades individuales, que no necesariamente puede estar visibilizada en alguna demanda social”.

 En relación con los derechos humanos, la estudiante el Magíster en Gerencia y Políticas Públicas sostiene que primero es necesario entender la amplia dimensión de su significado. “Según Naciones Unidas, sus principales responsabilidades son la igualdad entre hombres y mujeres, así como la dignidad y el valor de las personas (Rights, 2022), principios fundamentales a estar contenidos en la nueva Constitución. La justicia es importante para que no olvidemos nuestras experiencias y no cometamos los mismos errores del pasado, que han traído tanto sufrimiento para las familias chilenas.

Mientras no haya justicia por todos los crímenes de lesa humanidad que se han cometido desde la dictadura cívico militar hasta el período post estallido social, y mientras no se generen mecanismos a nivel de Estado para poner fin a la impunidad y garantías de no repetición, no habremos avanzado como sociedad”, señala el texto.

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