news_117_dEl doctorando y académico del Departamento de Economía de la Facultad de Administración y Economía de la USACH, Víctor Salas, analiza en su informe del mes de noviembre la situación de competencia que se observa actualmente en el mercado hipotecario, que bien vale la pena analizar para no levantar falsas ilusiones de reactivación de la economía por esta vía.

El doctorando y académico del Departamento de Economía de la Facultad de Administración y Economía de la USACH, Víctor Salas, analiza en su informe del mes de noviembre la situación de competencia que se observa actualmente en el mercado hipotecario, que bien vale la pena analizar para no levantar falsas ilusiones de reactivación de la economía por esta vía.

news_117_01El análisis del profesor Salas indica que las tasas de crédito hipotecario muestran una tendencia declinante en el mediano plazo, desde enero de 2018 hasta octubre de 2019 bajan lentamente, caen 3,5% a 1,99%. "Desde junio a octubre 2019, se observa un comportamiento de caída, similar al de la tasa de política monetaria, TPM, del Banco Central. Pero, desde noviembre 2019, la tasa de interés hipotecaria tiende a subir, llegando en abril 2020 a 2,86%, cayendo posteriormente hasta llegar a 2,35% en setiembre pasado y se espera que a fin de año esté cerca de 2,0%. Mientras que la TPM ha estado reduciéndose continuamente y llega, en abril de 2020, a 0,5%, tasa mínima que, con el fin de contribuir a la expansión económica, el Banco Central ha mantenido hasta la fecha", explica en su informe.

Esta conducta en el mercado de créditos hipotecarios tiene que ver con las situaciones críticas que ha estado viviendo la sociedad y la economía chilena, primero, por el "estallido social" de octubre 18 y, enseguida, por la pandemia del coronavirus. Situaciones como movilización social, vandalismo y descontrol social, primero y largas cuarentenas y confinamiento, después, generan incertidumbre para el funcionamiento productivo y aumentan los riesgos de las decisiones económicas. "Esto significa fuertes aumentos en la tasa de desempleo (INE), que alcanza alrededor del 13% promedio, en los trimestres que terminan en los meses de junio, julio y agosto; fuertes caídas de la actividad productiva (el IMACEC cae en 11,0% promedio en los meses de junio, julio y agosto); y, finalmente se traduce en la reducción en los ingresos de la población. Situaciones negativas que resultan en caídas de la demanda interna y, lógicamente, se traducen en menor demanda de créditos hipotecarios para comprar viviendas", puntualiza Salas.

La reciente rebaja de la tasa hipotecaria del Banco Estado, a 1,99%, puede verse, expresan algunos, como una medida reactivadora, pero observamos que tiene límites en el impulso reactivador. "Aunque todos los bancos "siguieran" al Banco Estado en su rebaja de tasa de interés hipotecaria ello podría, al menos inicialmente, provocar sólo una reducción del sobre stock de viviendas acumulado en el mercado inmobiliario en el período de crisis, que está asociado con la reducción de las colocaciones hipotecarias y las ventas de viviendas. La rebaja podría ser, en parte, efecto de la ley de portabilidad financiera, pero se debe tener presente que, el mercado inmobiliario representa, a junio 2020, el 28,5% de las colocaciones del sistema bancario financiero y, además, la baja liquidez de las hipotecas, haría poco atractiva la competencia en tasas. Aunque está en perspectiva un potencial segundo retiro del 10%, que será para aquellos que han mantenido su capacidad de cotizar, lo que reduce el riesgo", agrega.

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