*Este año, la Asociación de Empleados Fiscales ha solicitado un reajuste para el sector público, en una primera instancia, del 14%. Para el profesor Guillermo Patillo, perteneciente al Departamento de Economía de la FAE, ello correspondería a una cifra desmesurada. Se consultó al profesor Patillo las razones de su opinión.
- ¿Por qué cree usted que no existe una base para solicitar un reajuste del 14%?
En el sector público, los criterios de reajustabilidad de salarios, debiesen contar con dos componentes principales: uno, correspondería a la inflación esperada, correspondiente al período en que se va a negociar el contrato. En este caso, la inflación esperada es de 9%. Es evidente que cuando uno negocia un contrato, lo importante son las condiciones que van de momento a haber en el futuro. En tanto, el segundo, corresponde a la ganancia de productividad que hubiese, que justifique el aumento de salarios reales.
Si se suma una inflación esperada (9%) junto con la ganancia probable de productividad, jamás se llegaría al 14%. Se podría decir que en el contrato 2008, el reajuste erró en la inflación efectiva. Probablemente, podría darse como válido alguna corrección, por el error de inflación y en el error en la expectativa cometida antes; pero el criterio debe ser siempre inflación esperada.
El punto clave es que el sector público, primero, no está ganando productividad. Segundo, la inflación esperada en 2009 es del orden del 4,5 a 5%. Por tanto, un reajuste cercano a 6%, más o menos, compensaría con la inflación esperada, más alguna mínima ganancia en productividad.
Cualquiera que sea el contexto, es fundamental tener presente que existe una restricción adicional. Al hablar del sector público, no nos estamos refiriendo al mismo contrato de las empresas privadas. El gasto corriente del sector público, en buena medida, corresponde a remuneraciones. Por un tema inflacionario, ojala debiese acordarse un crecimiento no mayor a la del producto. Y, por ello, claramente, un reajuste de dos dígitos, en los funcionarios del sector público, no es consistente.
- Respecto al poder adquisitivo que poseen los funcionarios del sector público, ¿cómo incide esta cifra de reajuste en su calidad de vida?
Existe un elemento más de fondo en el tema. Uno debiese avanzar en crecimiento a terminar con los reajustes globales del sector, y avanzar en la fijación de salarios, por cada una de las reparticiones del sector público, de acuerdo a sus realidades.
Hay reparticiones en que la productividad ha crecido fuerte, y es relativamente medible. Sin embargo, hay otras en que no crece absolutamente nada, porque no se han hecho esfuerzos. No parece muy eficiente, ni tampoco muy equitativo, que se entreguen reajustes parejos, que abarquen tanto a buenos como malos. Existen reparticiones que están haciendo grandes esfuerzos por mejorar su productividad, junto con otros que no hacen absolutamente nada, o muy poco. Sé que eso no está aún en la agenda, pero es algo que discutiría en el futuro.
Un reajuste parejo, como todas las cosas, es simple, es fácil de hacer: una sola regla para todos. Pero, hoy día, tenemos tecnología para poner, de una manera, lo que había hace sesenta o setenta años en Chile. Hoy, es posible medir, con un grado de mayor perfección, que es lo que la gente en verdad hace, y premiarlos por su contribución real.