Francisco Castañeda G.
Académico Universidad de Santiago de Chile
"La crisis hipotecaria de USA está lejos de impactar a Chile en forma profunda, al menos en cuanto al uso de la tecnología masiva financiera de empaquetar créditos hipotecarios y venderlos a fondos de inversión y otros inversionistas. Otra vez está puesta en duda la transparencia de las agencias clasificadoras de riesgo, tal como ocurrió en la crisis asiática (los incentivos a "evaluar bien al cliente que contrata el informe son demasiado perversos"). Se argumenta que ha existido una evaluación crediticia más laxa de estos créditos por parte de las agencias, lo que llevó a que los inversionistas sobrevalorarán estas inversiones. El temor más expandido actualmente es que efectivamente la crisis subprime (21% del total de hipotecas de USA) alcance a los instrumentos respaldados por créditos hipotecarios de mejor calidad y así se produzcan ventas y desinversiones de estos instrumentos también, presionando aún más la iliquidez global. El mecanismo de selección adversa que ya opera en el mercado producto de la desconfianza hacia la clasificación de riesgo, presiona a una mayor demanda por bonos soberanos de mejor categoría, produciéndose una ola vendedora en los instrumentos de economías emergentes (y aumentando el riesgo país). Sin embargo el principal mecanismo de transmisión es que efectivamente la crisis acentúe la caída en el valor de las propiedades, producto de que los clientes no pueden renegociar sus deudas en base al menor valor de estas. Así la economía norteamericana no podrá disponer del nivel de consumo, acorde con el valor ex ante de esas garantías. Las viviendas son una gran herramienta de consumo y de riqueza en una economía en que el gasto de los consumidores es 2/3 de su PIB ("modelo anglosajón de viviendas-riqueza"). Y los efectos en el resto del mundo no se han dejado esperar: caída en el precio de los commodities asociados a una menor demanda de importaciones por parte de USA y los consiguientes efectos negativos en las bolsas de Europa, Asia y Latinoamérica. La economía chilena en cuanto a su fortaleza macro está blindada; tiene suficientes activos financieros (sobre los 16.000 millones US$) y un alto superávit fiscal y en cuenta corriente. Sin embargo, la profundidad y velocidad de la desaceleración de USA (aún incierta) podría impactar el crecimiento internacional y afectar negativamente a la economía chilena en el mediano plazo".